27/05/2017 - Dulce Moctezuma
¿Para qué sirve la filosofía? Al encontrarnos inmersos en un contexto utilitarista en donde todo tiene que representar un provecho, ganancia o utilidad no solemos cuestionarnos el para qué sirve un arquitecto, periodista o matemático. Sin embargo, al voltear la vista hacia un filósofo la respuesta colectiva y visión de la sociedad a dicha pregunta sería un “solo sirven para preguntar y perder el tiempo”, en conclusión, el filósofo no sirve para nada.
No obstante, ¿qué es lo que ocurre con el arte si nos unimos a esta visión utilitaria? La respuesta podría llegar a ser la misma con el artista que con el filósofo, la única diferencia es que al artista se le ha encontrado la ventaja de verle como un medio de consumo, es decir, si eres músico, tu música sirve para amenizarme los oídos, si eres pintor, tu pintura sirve para decorar mi pared vacía; si no cumple con estos requisitos y se aleja de estas premisas, entonces sencillamente no sirve. Así pues, la filosofía no encaja en ningún medio de consumo mercantil, llevando consigo la etiqueta de inútil y ocioso. Entonces, si la filosofía no tiene ninguna utilidad, ¿por qué sigue existiendo? Su principal importancia recae en que contribuye a reflexionar sobre las complejas problemáticas de la humanidad, aportando a la miope visión mercantilista más cuestionamientos de los que pensamos que existen superficialmente. Para aclarar este punto, remitiré a la comunidad primitiva, donde lo funcional era el saber cazar para conseguir la comida y la vivienda se encontraba en una caverna. En medio de aquella comunidad aparentemente funcional donde la organización social se regía en instintos y no necesitaba más que de su propia naturaleza, nos encontramos a alguien disfuncional que cuestiona el hacia dónde vamos estando en esa caverna y si podrían hacer algo más trascendente que cazar y esconderse en una cueva, convirtiendo a aquel ser pensante en un problema para la estabilización organizacional de la comunidad. En tal momento podría parecer que aquellas preguntas no servirían más que para desestabilizar a la comunidad resultando un tanto inútiles, mas la verdadera importancia del cuestionamiento del ser pensante se hace presente paulatinamente en el futuro, siendo posteriormente un punto clave en el desarrollo de la especie.
Con ejemplos claros como Sócrates, Descartes, Marx, Voltaire, Rousseau, donde no es necesario poner un ejemplo para darnos cuenta que cambiaron profundamente la historia de la humanidad haciéndonos notar que teníamos más problemas de los que creíamos tener. Los derechos humanos, la democracia, el feminismo, las decisiones políticas, la libertad, entre muchos otros ejemplos los tenemos gracias a la filosofía que nos precedió, la cual se generó en un tiempo en el que probablemente se le aborreció y se calificó de problemática en orden de mantener la estabilización del dictamen imperante, pero siendo totalmente importante en un plano atemporal. Por esto, la labor del filósofo progresivamente evolucionará del personaje antipático y crítico a uno igual o más importante que cualquier otro funcionario de nuestra sociedad, haciendo de la filosofía más que útil o inútil, algo necesario.